martes, 20 de marzo de 2012

Capricornio Uno

De nuevo traigo aquí una pequeña joya de la serie B setentera. Un thriller sobre la propaganda mediática en los tiempos de la guerra fría, presentado en un envoltorio de ciencia-ficción, que causó en su día (y sigue aun causando) polémica, y que es muy apreciado por los teóricos de la conspiración. Se trata de Capricornio Uno.


Capricornio Uno, película de 1978 dirigida por Pete Hyams, que también escribió el guión, es la clásica pelicula independiente de serie B. Como curiosidad merece la pena mencionar que uno de los trucos para abaratar el presupuesto fue valerse de la buena relación del productor Paul Lazarus con la NASA para conseguir que les cedieran material para el rodaje, lo cual no deja de ser gracioso, pues probablemente se trate de la película que mas negativamente haya afectado a la imagen pública de la agencia espacial norteamericana en la historia del séptimo arte, pero de eso hablaremos mas adelante.

A continuación se desvelan detalles de la trama.

Estamos, como de costumbre, en algún momento de un futuro cercano contando a partir de la fecha de estreno de la película. La primera misión a Marte esta a punto de lanzarse al espacio. Todo esta preparado, las camaras de televisión retrasmiten el histórico evento, la tribuna de invitados rebosa de VIPs, esta a punto de comenzar la cuenta atras... y justo en ese momento, los tres astronautas (interpretados por James Brolin, Sam Waterson y O.J. Simpson) son forzados a abandonar la nave por alguna clase de problema técnico. Sin embargo, aunque los astronautas han abandonado la nave, este hecho aparentemente ha pasado desapercibido, ya que los preparativos para el lanzamiento continuan como si aun siguieran en su interior.

Mientras tanto, los sorprendidos astronautas son informados de los hechos: hay un fallo en los sistemas de soporte vital de la nave, por culpa de un caso de corrupción que implica a uno de los contratistas encargados del diseño de los mismos, y por tanto la nave no puede ser pilotada en condiciones de seguridad. Sin embargo, no es posible abortar la misión. Hay demasiados intereses en juego para permitir que semejante escándalo salga a la luz, y ¿qué diría la propaganda soviética? Así que los astronautas son obligados, bajo amenaza a sus familias, a perpetrar una farsa destinada a hacer creer a la opinión pública que la misión sigue adelante sin problemas. Son trasladados a un emplazamiento secreto donde permaneceran secuestrados el tiempo previsto de duración de la misión, simulando la travesía, descenso y exploración de Marte. Al mismo tiempo, la nave es lanzada y realiza el viaje en vacio, para cubrir las apariencias.

La charada se prolonga durante las semanas que habría de durar teóricamente la misión, pero mientras tanto, se tuercen los planes de los conspiradores. Un técnico de señales, intrigado por una discordancia temporal en la recepción entre las señales enviadas por los sistemas de a bordo de la nave y las transmisiones de los propios astronautas, teoricamente a bordo de la misma, pone en conocimiento de un periodista (Elliot Gould) este hecho. Poco despues, desaparece sin dejar rastro, y el citado periodista comienza a ser acosado, lo que le hace sospechar que algo turbio se oculta en la misión a Marte.

Fin de la zona de peligro de spoilers.

Aparte del morbo que siempre causa hoy día el ver en pantalla al malhadado O.J. Simpson, el principal ingrediente que hace que esta película, por lo demas bastante simple y predecible, se disfrute como si de un fruto prohibido se tratase, es su potente carga conspiranoica. El razonamiento es simple: si podemos imaginar una serie de circustancias capaces de tentar a las autoridades para fingir fraudulentamente el cumplimiento exitoso de una misión espacial, ¿porque no inferir de este hecho que dicha farsa ha sido perpetrada ya en la vida real, y que el "pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la Humanidad" se dio en realidad en un estudio de televisión?

Ese es el origen de toda la leyenda que envuelve a esta película. Los seguidores de la teoría conspirativa que niega la llegada del hombre a la Luna enseguida la adoptaron como una metáfora de sus tesis, pasando a incorporarla a su batería de argumentos, aunque en mi opinión la película lo que muestra claramente el talón de Aquiles de este tipo de teorías conspirativas: su complejidad y el gran número de personas involucradas en ellas, a las que habría que engañar, sobornar, amenazar o en el peor de los casos asesinar para conseguir su silencio hace extremadamente difícil que la verdad no acabe filtrándose, como acaba sucediendo de hecho en la película. Pero esto da igual. Para miles de personas Capricornio Uno siempre sera la película en la que se muestra, no como se podría trucar, sino como de hecho se trucó el viaje a la Luna.

P.D. Recordad poner la coletilla /ncr tras la dirección de este blog para saltaros el absurdo sistema de filtrado por paises que se ha sacado de la manga Google. Hablando de conspiranoias...

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