sábado, 18 de febrero de 2012

So Yesterday: tendencias urbanas y conspiración.

Ya hablé hace tiempo aquí de Scott Westerfeld, figura emergente de la ficción juvenil. Hoy quisiera hablar de una de sus obras que aun no ha sido traducida al español, So Yesterday (2004). Una pena en mi opinión, puesto que el argumento de la misma trata de un tema interesante, la intencionada volatilidad de las modas, y también porque seguramente es la única obra de dicho autor que no transcurre en un escenario fantasioso, sino que en esta ocasión tenemos un thriller urbano, en el que las cosas extrañas acontecen en oscuros almacenes industriales, o entre las luces y el glamour de fiestas de la alta sociedad de una Nueva York que nos demuestra que la gran ciudad puede ser un marco narrativo tan extraño como un planeta extraterrestre, o quizá mas.


¿Estás a la última? ¿Seguro?

La expresión "so yesterday" que da título a la novela podría mas o menos traducirse como "tan anticuado", y de eso trata la historia. Westerfeld plantea una hipotética explicación a una pregunta que probablemente alguna que otra vez todos nos hayamos hecho: "¿cómo es posible que algo tan absurdo/ridículo se haya puesto tan de moda de pronto?". Tal vez gracias a personas como Hunter, el protagonista de la novela. Como su propio nombre indica, Hunter es un cazador. Un cazador de tendencias. Aparentemente un vulgar estudiante, tiene en realidad un empleo a tiempo parcial que mantiene tan en secreto como puede, ya que exige discreción. Moviendose por los ambientes urbanos juveniles, su misión es descubrir las nuevas tendencias urbanas en el momento de su nacimiento, discriminar lo "cool" (y por tanto, vendible) de lo simplemente extravagante, y pasar informe a los equipos de marketing de las firmas de moda juvenil que le emplean, a fin de que lo tengan en cuenta en sus diseños y campañas publicitarias. Hunter se ve a si mismo como miembro de una casta intermedia entre la de los innovadores, aquellos que crean las nuevas tendencias estéticas, y la de los consumidores, que simplemente siguen la corriente.