lunes, 30 de mayo de 2011

La Materia Oscura: fantasía... y herejía.

Recientemente, un amigo colgó en su "muro" de Facebook un enlace a un video en Youtube de un fragmento de una entrevista en la que el escritor Phillip Pullman decía unas cuantas verdades sobre la libertad de expresión, aprovechando la presentación de su último libro. Si a alguien le interesa escucharla aquí está:


No hablaré aquí de ese libro, que aun no he podido leer, pero que todo parece indicar que será interesante, sino de la obra que puede decirse que hizo famoso al citado autor, y quizá también su obra mas polémica, la trilogía La Materia Oscura, una saga de fantasía enfocada principalmente al público adolescente, ganadora del premio Carnegie Medal de literatura infantil, y ampliamente reconocida por los aficionados al género fantástico.

Los tres títulos que forman la Trilogía de La Materia Oscura.


En La Materia Oscura, Pullman imagina un multiverso por el que se mueven los protagonistas, seres de una dimensión paralela que habrían visitado nuestro mundo en el pasado remoto, dando origen a nuestros mitos y leyendas. Hasta aquí, nada que no sea un clásico de la ciencia-ficción, o hasta de las teorías de la conspiración: los tópicos dioses extraterrestres. ¿Cual es la diferencia fundamental que convierte esta serie en polémica? Que mientras lo habitual en estos casos es convertir en alienígenas a dioses de mitologías extintas, como los dioses griegos, egipcios o de la América precolombina, Pullman usa nuestra propia mitología religiosa occidental. Los alienígenas divinizados no son aquí Zeus, Osiris o Quetzalcoatl, sino nuestros propios ángeles, arcángeles, diablos y hasta el mismo Dios.



He aquí el meollo de la cuestión: todo nuestro imaginario religioso no tiene nada que ver con el Bien y el Mal como conceptos absolutos, ni con seres divinos que vinieron a la Tierra a iluminar a nuestros ancestros, sino con una guerra que abarcó varios universos, entre seres poseedores de una tecnología inimaginable, capaces de viajar entre universos paralelos, y que les fue explicada a nuestros antepasados desde el punto de vista de los vencedores. Esa es la base sobre la que Pullman construye su historia, y eso, junto con la personalidad del autor, que jamas ha escondido su laicismo militante, siendo calificado mas de una vez de propagandista ateo por sus detractores, y la clara orientación de la obra hacia el público juvenil es lo que la convierte a los ojos de los sectores religiosos mas conservadores en una obra diabólica concebida para apartar a los niños de Dios.

Seguro que con lo que has leído hasta aquí ya empieza a picarte el gusanillo y sientes la (¿diabólica?) tentación de correr a tu librería mas cercana (si, yo también se como conseguir según que cosas gratis en la Red. Pero algunas cosas deben tenerse en edición de calidad) para hacerte con los tres libros. Pero ¿de que va la historia? Bien, intentare dar un bosquejo por encima de este enrevesado entramado de mundos de fantasía sin destripar demasiado el argumento.

Lo primero que nada, los tres libros. Cada uno de ellos hace referencia en su título a un gadget esotérico-tecnológico usado por los protagonistas. El primero (1995) a la brújula dorada (la edición española en este punto
titula igual que la británica, Luces del Norte, mientras que La Brújula Dorada es el título de la edición americana) que actúa como oráculo. El segundo (1997) a la daga, que permite abrir puertas entre dimensiones paralelas. Por último, el tercero (2000) al catalejo lacado, que permite ver las corrientes de las misteriosas partículas, llamadas el polvo, que forman la materia oscura que da título a la obra, invisibles a simple vista para los humanos, pero no para otras criaturas.

Luego debemos detenernos en el marco en el que se desarrolla la historia. Aqui Pullman se supera construyendo todo un multiverso de dimensiones paralelas en el que presenta las mas fantasiosas combinaciones, entre las que nuestro mundo de cada día es solo uno mas. Hay mundos, como el de la protagonista, donde la tecnología se ha desarrollado de forma distinta a como lo ha hecho en el nuestro, ligándose a la filosofía en vez de a la física. Mundos que están en decadencia después de haber provocado su propio Apocalipsis, y otros por el contrario, que dan los primeros pasos en el camino de la civilización... y por supuesto, a cada mundo, seres distintos que lo pueblan: en el de la protagonista los humanos van acompañados de su espíritu-totem en forma de animal parlante, en otro la evolución ha funcionado de una forma diferente, produciendo seres inteligentes completamente alienígenas. Los seres que originaron nuestras leyendas sobre los ángeles pueblan otro de esos mundos, y hasta el mismísimo Infierno forma parte de tan enrevesado multiverso, y será visitado por los protagonistas. Así pues, mientras la historia avance, y los protagonistas viajen entre dimensiones paralelas, asistiremos a un desfile de dioses, diablos, ángeles, brujas, animales parlantes, gnomos, espectros y demás seres extraños que pondrá a prueba la capacidad de asombro del mas empedernido aficionado al género fantástico.

Dar una visión breve encima de una historia que ocupa tres libros, evitando dar demasiados spoilers, y con las limitaciones que impone tratar en un espacio tan reducido una historia tan compleja es difícil, pero lo intentaremos. En un mundo paralelo al nuestro, Lyra Belacqua, onceañera que se ha criado en un internado para señoritas de clase alta, de espíritu rebelde y mentirosa compulsiva, espiando a sus profesores se entera por accidente de una amplia conspiración que parece tener que ver con experimentos científicos poco ortodoxos realizados en secreto. Experimentos en los que parecen estar implicados miembros de su familia, y que podrían tener relación con una cadena de misteriosas desapariciones de niños. Indagando en la historia, la joven protagonista ira descubriendo secretos familiares cada vez mas turbios, hasta que se ve obligada a huir de su propia familia. Mientras tanto los misteriosos experimentos logran abrir un portal interdimensional, por el que huye la protagonista, encontrandose con el protagonista masculino, Will Parry, un muchacho de nuestro mundo que huyendo de unos matones con los que su padre habría tenido algún tipo de trato, encuentra de casualidad una puerta interdimensional abandonada y coincide con Lyra en un mundo intermedio, en franca decadencia.

A partir de aqui, los dos compartirán aventuras. Descubrirán que los conspiradores que han abierto el portal interdimensional lo que están planeando es retomar la guerra que hace milenios creó nuestras leyendas sobre Dios y el Diablo. Una revolución contra el ser que conocemos como Dios, que es presentado como un simple tirano, y que llevará la guerra al multiverso entero, como ocurrió en los tiempos en que se crearon nuestras leyendas. Los protagonistas se conjuraran para tratar de evitarlo, ayudados por diversos personajes secundarios a cual mas extraño: osos blancos parlantes que se ganan la vida como mercenarios, una científica que se enfrenta al desprestigio académico tras descubrir una partícula elemental aparentemente involucrada en la aparición de la autoconciencia, una pareja de seres diminutos que ejercen de espías para uno de los bandos en conflicto... y por si todo esto no fuera de por si bastante caótico, las hormonas de la adolescencia elegirán ese preciso momento para hacer su aparición en el organismo de los protagonistas. En resumen, un coctel de acción y fantasía realmente gratificante.

Al hilo del éxito reciente de adaptaciones de clásicos de la literatura fantástica como El Señor de los Anillos, se proyecto adaptar la Trilogía al cine. Se rodó una primera película, basada en el promer volumen de la trilogía, a cargo de Chris Weitz, con Nicole Kidman haciendo el papel de la villana por excelencia de la historia. La película se estreno envuelta en una fuerte polémica, dada la orientación ideológica del autor. Esta pendiente la adaptación del resto de libros, aunque yo, sinceramente, creo que jamás veremos en la gran pantalla una obra que parte de la premisa de que Dios es un cabrón fascista que debe ser derrocado. Ya me sorprendió que se atrevieran a hacer la primera película.

En fin, una obra que merece ser leída, para darnos cuenta de que el género fantástico a veces dice cosas de profundo calado. Aunque nos cueste ir al Infierno, merece la pena leerla.

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