sábado, 13 de febrero de 2016

Shaolin Soccer, el fútbol hecho arte... marcial

En este blog he tratado un par de veces el tema de la comedia deportiva, pero ninguna de las películas que he reseñado tenía como inspiración el deporte seguramente más popular del planeta, el fútbol. Para llenar ese vacio traigo hoy una película francamente divertida, hecha en Hong Kong. En 2001, en vísperas de la llegada al Asia oriental de la máxima celebración futbolística mundial (la Copa del Mundo a celebrarse en Corea del Sur y Japón en 2002) Stephen Chow perpetró esta monumental ida de pinza,  un extraño híbrido entre una película de kung fu volador de las de toda la vida y la clásica comedia deportiva, protagonizada por el tópico equipo de desarrapados que acaba ganando el campeonato a base de creer es si mismos, todo ello unido por humor descerebrado del bueno, a medio camino entre National Lampoon y las fantasías animadas de la Warner: Shaolin Soccer (título original en cantonés Siu lam juk kau, 少林足球 ) .



 A continuación se desvelan detalles de la trama

El argumento es tan simple como alucinógeno: hace veinte años, Fung “pierna de oro” (Ng Man-tat) era la superestrella del fútbol chino, hasta el día que en el último minuto del partido cumbre de la temporada falla el penalty que decide el campeonato. Un grupo de furiosos seguidores fanáticos saltan al terreno de juego, asaltan a Fung y le dan una paliza, rompiendole su pierna buena y acabando así con su carrera futbolística. Convertido años mas tarde en el alcohólico utillero del equipo vigente campeón, el “Evil Team”, dirigido por quien fue su suplente en sus días de gloria, Hung (Patrick Tse), un día encuentra a Sing “increíble pierna de hierro” (Stephen Chow), un vagabundo ex-monje Shaolin, que sueña con convertir el kung fu en una disciplina practicada por toda la raza humana. Al principio Fung toma a Sing por un chiflado, pero al verle patear con gran potencia  una lata, se da cuenta de que el chico podría tener madera de futbolista. El deseo del uno por encontrar el método propagandístico ideal para popularizar el kung fu, y del otro por regresar a la gloria futbolística, ahora como entrenador, se unirán para crear el equipo de fútbol más disparatado que jamás hayan visto los estadios: el “Shaolin Team”.

Para ello, Sing reúne a sus antiguos camaradas del Templo Shaolin, hoy día reputados perdedores todos ellos, para, a las ordenes de Fung, convertirse en algo lo más parecido posible a un equipo de fútbol, aplicando el kung fu para mejorar su rendimiento deportivo. Con su filosofía Shaolin y un extravagante atuendo, mitad tunica de monje, mitad equipación de futbolista, el Shaolin Team pronto se convertirá en el equipo revelación del torneo, deslumbrando al público con jugadas imposibles que desafían todas las leyes de la física. También hay lugar para el amor en esta historia, y Sing lo encontrará en la persona de Mui (Zhao Wei), una joven que ha aplicado el kung fu a algo completamente distinto: la pastelería. A lo largo de la película se enamorarán, romperán su relación, y se reconciliarán posteriormente. Y por supuesto, el Shaolin Team llegará a la final del campeonato, donde se verá las caras con el Evil Team, en un partido que se prevé muy disputado, y sobre todo, muy sucio.

El Shaolin Team, listo para apalizar a sus rivales. Literalmente.

Fin de la zona de peligro de spoilers.

En cuanto al aspecto puramente técnico, la película combina la filmación en cinta de 35 mm con la filmación en video digital. Esto se hizo así para abaratar los costos de los efectos especiales. Las partes de la película que requerían ser completadas con los efectos visuales se rodaron directamente en formato digital, mientras que las partes que no lo requerían se rodaron en 35 mm. Esto a veces se nota en las transiciones entre acción normal y acción con efectos especiales, en la diferencia de definición de la imagen.

Stephen Chow admitía haber sacado la inspiración para sus imposibles escenas de "kungfútbol" volador de la serie de anime japonés de los 80 Captain Tsubasa (Campeones o Supercampeones, según el doblaje que prefieran), y realmente, se nota. Las escenas en el terreno de juego se convierten en un intento continuo de trasladar a la imagen real el estilo exagerado de este clásico de la animación, incluyendo la mayoría de los efectos marca de la casa del mismo, como el tiempo congelado en las jugadas, los balones deformados tras ser pateados por los protagonistas, o el terreno de juego convertido en una perspectiva infinita a ojos del personaje. Diversas escenas de la película de hecho podrán ser identificadas como referencias directas a la serie por los seguidores de esta.

Pero junto con los elementos tomados del anime japonés, también se homenajea en la película al clásico cine de kung fu "made in Hong Kong", mostrando tanto los clichés habituales de las películas de artes marciales y magia ambientadas en tiempos medievales, con los clásicos personajes caminando por el aire durante la acción, como la estética y los escenarios típicos del cine de kung fu pandillero más urbano. Mención especial también para ese homenaje constante a la figura de Bruce Lee que es el arquero del Shaolin Team, no solo en su aspecto e indumentaria, sino incluso en sus líneas de dialogo.  

Esta combinación de comedia romántica, cinta de acción pandillera y cómic épico deportivo, unida por el pegamento del humor salvaje, hace de Shaolin Soccer una película realmente divertida. Le perdonas todas sus evidentes limitaciones técnicas por lo a gusto que te hace reir. La película ganó siete premios en la edición de 2002 de los Hong Kong Film Awards, entre ellos los de mejor película, mejor director y mejor actor protagonista. Una de esas películas perfectas para ver en pandilla, con ganas de reirse sin complejos, y con unas cuantas cervezas bien frías a mano.

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