viernes, 22 de junio de 2012

El mono borracho en el ojo del tigre

Estaba repasando los artículos de este blog, y me he dado cuenta de que... caramba, ¿no tengo nada sobre cine de kung-fu? Hay que poner inmediatamente remedio a semejante descuido. Así que hablaré sobre todo un clásico del genero: El mono borracho en el ojo del tigre.


También conocida a veces con el titulo de El maestro borracho, una traducción mas exacta del titulo original cantonés Jui Kuen, esta película hongkonesa de 1978 dirigida por  Woo-ping Yuen marcó un antes y un después en el cine de artes marciales por varias razones. Aparte de ser la película que lanzó al estrellato a Jackie Chan, también incorporaba elementos humorísticos y rompía con la tradición del género al introducir a un antiheroe, un autentico pícaro como protagonista.


A continuación se desvelan detalles de la trama.

Freddie Wong (Jackie Chan) es hijo de un prestigioso maestro de kung-fu. Para desesperación de su respetable padre, Freddie es un jovenzuelo tarambana e indisciplinado, amigo de la juerga y de la camorra, que no para de avergonzarle en público. La cosa llega a su límite cuando Freddie bate todos sus records de indisciplina al, en una misma mañana, intentar aprovecharse de una joven que luego descubrirá que es su prima, y a continuación propinar una paliza al hijo del cacique local. El padre de Freddie decide que la única forma de enderezar la conducta de su hijo es ponerlo bajo la tutela de So Chan (o Sam Seed, según cuan sea el doblaje, personaje interpretado por Siu-tien Yuen) un severo, aunque extravagante y bastante borrachín maestro errante de kung-fu, que tiene reputación de someter a sus discípulos a una dura disciplina de entrenamiento.

Fin de la zona de peligro de spoilers.

Una de las curiosidades mas veces repetidas sobre esta película es que fue el propio Jackie Chan quien invento la forma de kung-fu que en ella aparece. Esto es cierto solo a medias. Jackie Chan efectívamente ideó todos los movimientos que aparecen en las coreografías de lucha de la película, pero no los saco de la nada, sino combinando técnicas tomadas de dos formas clásicas de este arte marcial: el Puño del Mono y el Zi Quan, o kung-fu borracho. La espectacularidad de los movimientos acrobáticos de estas variantes del kung-fu, junto con el histrionismo de Jackie Chan, proporcionan un innegable efecto cómico, aunque, creo que huelga avisarlo, cualquiera que intente comportarse en la vida real como los personajes de la película, y trate de imitar estos movimientos tras haberse tomado unas copas, en el mejor de los casos acabara tendido en el suelo cubierto de ridículo, y ya podrá dar gracias a su suerte si no se rompe ningún hueso. Es bastante difícil, y desde luego, los que lo practican no lo hacen estando borrachos. Yo solo lo digo para que luego no digan que no avisé, que nunca se sabe.

Aunque el enfoque de la película es claramente cómico, está basada en el folklore tradicional chino. Los personajes de la historia están inspirados en las leyendas sobre los Diez Tigres de Canton, un grupo de maestros de las artes marciales que vivieron durante el siglo XIX, al final de la dinastía Qing, época de fuertes convulsiones sociales, y cuya historia, posteriormente embellecida por el folklore, guarda ciertas similitudes con la leyenda occidental de Robin Hood. Los personajes de Freddy Wong y So Chan están basados, respectivamente, en Wong Fei Hun y So Chan, conocido como So el Mendigo, miembros del legendario grupo.

En resumen, una película desenfadada y entretenida, que quizá haga arrugar un poco la nariz a algún aficionado de los mas puristas del género, pero que al público menos versado en la tradición oriental, que nunca ha leído a Sun Tzu ni pisado un dojo de artes marciales sin duda les hará pasar un rato entretenido. Y a la mayoría del mas versado en el tema, también.

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