Se conoce como la "Triple C" a un trío de directores considerados como referencia del cine de terror moderno: Wes Craven, David Cronenberg y John Carpenter. Es precisamente de este último de quién quisiera hablar, para referirme a una de sus películas mas curiosas. Una película considerada "de culto", que, aparte de tratar el clásico tema de la invasión alienígena, cuenta con una considerable carga de crítica social, y cuya forma de imaginar en 1988 el escenario de como sería el futuro próximo (nuestro presente) puede hacer caer esa gota de sudor frio por el cogote. Se trata de la inquietante Estan Vivos (They Live.)
Como dice el dicho, todo depende del color del cristal con que se mira...
Estan Vivos es una película que forma parte de un momento de la carrera de Carpenter en que había perdido el favor de los grandes productores, después de algún que otro sonado fracaso en taquilla, y se vio forzado a tener que lidiar con presupuestos mas modestos. La película tiene en consecuencia ese particular aire de serie B, potenciado por la inclusión del blanco y negro en los momentos clave de la aparición de los alienígenas. Carpenter eligió al luchador Roddy Piper para encarnar al protagonista, en parte porque, al igual que el personaje de ficción, también él arrastraba una castigada biografía a sus espaldas.