Recientemente, un amigo colgó en su "muro" de Facebook un enlace a un video en Youtube de un fragmento de una entrevista en la que el escritor Phillip Pullman decía unas cuantas verdades sobre la libertad de expresión, aprovechando la presentación de su último libro. Si a alguien le interesa escucharla aquí está:
No hablaré aquí de ese libro, que aun no he podido leer, pero que todo parece indicar que será interesante, sino de la obra que puede decirse que hizo famoso al citado autor, y quizá también su obra mas polémica, la trilogía La Materia Oscura, una saga de fantasía enfocada principalmente al público adolescente, ganadora del premio Carnegie Medal de literatura infantil, y ampliamente reconocida por los aficionados al género fantástico.
En La Materia Oscura, Pullman imagina un multiverso por el que se mueven los protagonistas, seres de una dimensión paralela que habrían visitado nuestro mundo en el pasado remoto, dando origen a nuestros mitos y leyendas. Hasta aquí, nada que no sea un clásico de la ciencia-ficción, o hasta de las teorías de la conspiración: los tópicos dioses extraterrestres. ¿Cual es la diferencia fundamental que convierte esta serie en polémica? Que mientras lo habitual en estos casos es convertir en alienígenas a dioses de mitologías extintas, como los dioses griegos, egipcios o de la América precolombina, Pullman usa nuestra propia mitología religiosa occidental. Los alienígenas divinizados no son aquí Zeus, Osiris o Quetzalcoatl, sino nuestros propios ángeles, arcángeles, diablos y hasta el mismo Dios.
No hablaré aquí de ese libro, que aun no he podido leer, pero que todo parece indicar que será interesante, sino de la obra que puede decirse que hizo famoso al citado autor, y quizá también su obra mas polémica, la trilogía La Materia Oscura, una saga de fantasía enfocada principalmente al público adolescente, ganadora del premio Carnegie Medal de literatura infantil, y ampliamente reconocida por los aficionados al género fantástico.
Los tres títulos que forman la Trilogía de La Materia Oscura.
En La Materia Oscura, Pullman imagina un multiverso por el que se mueven los protagonistas, seres de una dimensión paralela que habrían visitado nuestro mundo en el pasado remoto, dando origen a nuestros mitos y leyendas. Hasta aquí, nada que no sea un clásico de la ciencia-ficción, o hasta de las teorías de la conspiración: los tópicos dioses extraterrestres. ¿Cual es la diferencia fundamental que convierte esta serie en polémica? Que mientras lo habitual en estos casos es convertir en alienígenas a dioses de mitologías extintas, como los dioses griegos, egipcios o de la América precolombina, Pullman usa nuestra propia mitología religiosa occidental. Los alienígenas divinizados no son aquí Zeus, Osiris o Quetzalcoatl, sino nuestros propios ángeles, arcángeles, diablos y hasta el mismo Dios.